Después de quedar en el piso de la novia, arreglarse y maquillarse, salimos y ocupamos nuestros puestos. A la novia la avisamos para que salga dentro de cinco minutos. Entonces, al salir, la novia recibe una llamada de número desconocido: «Todas tus amigas están secuestradas. Tu contacto… (en la cafetería más cercana a la casa de la novia)». Así empieza la gincana para la despedida de la novia.
Primera estación: Entra en el local que le han designado. Allí está una de las amigas que tiene una caja que contiene el primer deber: limpiar el pasamanos (o lo que sea). En la caja hay un delantal y un plumero para el polvo. La novia debe seguir las instrucciones escrupulosamente y la amiga debe grabarlo en vídeo y enviarlo a este número de móvil como prueba. Una vez corroborado que ha cumplido la primera prueba enseguida recibirá las siguientes coordenadas donde debe dirigirse.
Segundo local: Entramos allí y encontramos una segunda amiga con unos globos. Rompemos los globos y en uno de ellos hay una pista, una foto de una plaza (o cualquier otro lugar lleno de gente).
Nos dirigimos de inmediato allí y encontramos todas las amigas sanas y salvas. Pero la libertad de las amigas es bajo fianza. Para que sigan libres debemos cumplir una nueva tarea: Enviar una foto de la novia con Justin Bieber. ¡¡¿Pero cómo vamos a conseguirla?!! Casualmente una chica tiene una careta o máscara de Justin. Ya sólo os queda convencer a alguno de los chicos que pasean por allí de que se la ponga y se haga una foto con la novia. Puf, menos mal.
Enviamos la foto a los secuestradores pero inmediatamente nos llega otro mensaje con otro deber: cantar una canción de cuna, grabar y enviar. Inmediatamente reciben otro mensaje con la dirección de un bar. Vamos allí, nos sentamos a tomar algo, pero nada, no hay novedades. El camarero que trae las bebidas nos deja además un sobre (necesitáis la colaboración del camarero). Apelamos a la novia para que lo abra. En el interior hay una carta de un admirador secreto.
Mi querida señora, desde que te he visto, he perdido el sueño y el sosiego… Al final de la carta una cita con una hora y dirección concretas. … Te espero con impaciencia.
Vamos a esta dirección para ver por fin la cara de ¡este tío tan insolente! Esperamos y… viene una limusina ¡¡hurra!! Vamos adentro a brindar y felicitar a la novia. (Por supuesto, debéis comenzar la gincana con tiempo de sobra, ya que tenéis que estar en el lugar y hora indicados sin retrasaros ni un solo minuto).
Dentro de la limusina encontramos (bueno, en realidad, una de las amigas «encuentra») una foto donde se ve un canguro. Un canguro… ¿qué significará? Los canguros tienen bolsa… ¡miremos en nuestros bolsos! Las chicas abren sus bolsos y encuentran los regalos para la novia (una excusa como otra cualquiera para hacer la entrega). Perfumes, ropa interior, esposas, medias… felicitamos a la novia, salimos de la limusina y vamos al restaurante.
Con esto nuestra gincana ha terminado. En el restaurante nos esperan boys, drag, etc. Los buenos restaurantes de despedidas son ideales para dar rienda suelta a vuestra imaginación. El ambiente es excelente y todos los grupos de despedidas de solteros y solteras no os mirarán raro si les pedís colaborar en vuestros juegos. De hecho, si queréis aún más, podéis continuar con la broma del admirador secreto. Para ello podéis contratar un actor que se llama camarero infiltrado, y que hará el papel de enamorado. Pero sinceramente, creo que es excesivo, los animadores y espectáculos que amenizan la cena son más que suficientes para pasar una gran noche.
Asi que la despedida de soltera os saldra:
Un trayecto de limusina + Cena en restaurante con animación por 40 euro por persona. Añadir lo que gastéis en el bar más los regalos. Mas económico imposible.
A los secuestradores, como habréis supuesto, no hay que pagarles, su papel lo cumplirá una de vuestras amigas que tiene que estar «ausente» un rato y juntarse con vosotras en el bar donde vais a tomar alguna tapa. Después, en el bar, la limusina y el restaurante estáis todas juntas. Y una cosa que tenéis que tener en cuenta es coordinarse con los «secuestradores», es decir, con vuestra amiga dándole un toque cuando tenga que enviar los mensajes con las tareas.
